Enchular el Auto y las Carreras Clandestinas

Que las modas extranjeras se adoptan como propias, es algo que no tiene nada de novedoso. Pasa en todos los países, y todos nos influenciamos unos a otros. En Chile enchular un auto es algo que se viene dando hace algunos años, obviamente al principio todos dicen que absurdo, que ridículo se ve… pero poco a poco esa moda va tomando forma y cada vez más se ven autos tuneados con los tontos alerones, los medios tubos de escape, llantas de carrera, colores estrambóticos y una serie de accesorios que van en el interior del auto.

En lo particular hay algunas cosas que me gustaría arreglarle al que tenemos, pero por un lado se requiere una buena inversión, y por otra no tienes certeza que te vaya a durar mucho (capaz que te lo roben). Normalmente estas modas las asumimos los jóvenes entre 20 y 35, pero este rango se está ampliando. Tener autos enchulados también ha significado que uno quiera mostrarlo, sentirse orgulloso y poder demostrar que el de uno es mejor, y qué buena forma de demostrarlo que haciendo carreras al estilo 60 segundos.

Son carreras ilegales que no duran más de cien metros y en donde se aglomera una serie de mirones que les gusta sentir el rugir de los motores. Esto ha servido para que algunos delincuentes vayan incluso con autos robados a ganar dinero. Ellos se han encargado de desprestigiar esta actividad, ya que llegan drogados y curados y han ocasionado accidentes. Cuando no están, es una actividad que casi puede disfrutar toda la familia con amigos.

Pero lo que realmente se necesita es legalizar y regular esta actividad como tantas otras, hay circuitos que se pueden usar como en Las Vizcachas , el Parque O’Higgins y en regiones también, poniendo reglas claras de participación, cuotas y asistencia médica y técnica. Quizás no salgan todos de la calle, pero una buena cantidad preferirá estar en un lugar donde las cosas se hagan bien. Por otra parte, los honorables que no quieran aceptar esta tendencia se están atrapando a sí mismos, ya que han sido pillados muchísimas veces yendo a más de 140 km, por lo que su falta de visión y estrechez de mente sería una muestra patética de no saber interpretar a quienes votaron por ellos.