Embarazo Escolar y Deserción Educacional

La influencia de la Iglesia en un país tan conservador como el nuestro ha significado que muchas políticas educacionales y de prevención sexual no puedan ejecutarse como corresponde. Las consecuencias de esta presión e injerencia en temas que no son propios de la Iglesia, se pueden ver gráficamente reflejados en los más de 21 mil alumnos que tienen hijos.

Lógicamente la Iglesia no es la única culpable, también es el Gobierno que después de casi dos décadas aún no puede garantizar el derecho a la educación de las adolescentes, ya que son expulsadas o simplemente no se las recibe. Por otra parte, tampoco ha podido introducir dentro del plan del ciclo escolar la educación sexual como parte integral de la educación, sino que toma programa piloto que al final es un parche dentro de la educación y no una planeación bien desarrollada interdisciplinariamente por expertos en el tema. Sólo falta la decisión política.

También es culpa de los propios establecimientos educacionales que no adoptan aún el tema de una manera frontal, directa y clara, en función de las dudas e inquietudes de los alumnos, sino que aún en muchos lugares se asume el tema desde un punto de vista biológico-científico, siendo esto lo que menos interesa en estos momentos. Hay cambios e intereses en los jóvenes que antes no existían, hay tendencias y una mundo virtual que te alimenta de mucha información, en ese sentido el rol del colegio debe ser más proactivo y flexible.

Pero también hay un tema cultural, en general en Chile estos temas casi son tabú, se hablan entre compañeros, amigos, libros, revistas e Internet, pero es en mucho menor grado la familia la que transmite esta educación. Y quizás sea acá donde radica la mayor parte de la responsabilidad y el fracaso en la educación sexual juvenil. No nos podemos permitir tener una baja tasa de natalidad que más encima provoque un descenso en las tasas de alfabetismo. Si esto ocurre el país no surge, nos estancamos, no creamos, no innovamos… es vital cumplir con los 12 años de estudio y promover un mayor cuidado en la educación sexual sobre todo en los establecimientos del sector municipalizado, desde donde proviene el 60% de los jóvenes, es decir, el embarazo no deseado está fuertemente ligado en estos momentos a la pobreza en Chile.

Pero así también no se puede tocar este tema sin felicitar y apoyar a muchas jóvenes que vieron interrumpida su juventud, pero que han tenido la fortaleza, dedicación, constancia y objetivo claro en la vida, sabiendo compatibilizar estudios e hijos, y han sido salir adelante, dejando de lado muchas cosas propias de la juventud, pero que ahora pueden decir con todo orgullo que son madres y profesionales, y que han salido adelante solas, siendo polifuncionales, estando en mil lados a la vez, quedando estresadas y agotadas, pero al llegar a casa se dan cuenta que todo esfuerzo por sus hijos vale la pena. A esas mujeres sólo se les puede admirar y felicitar… porque claramente son infinitamente mucho más fuertes que nosotros.