07 noviembre 2006

Experiencias Inolvidables V



Para aquellos que prefieren actividades menos arriesgadas lo ideal es ir al Parque Nacional Huerquehue, el que queda a 35 km hacia el Este de Pucón, es decir, hacia la precordillera andina. Huerquehue en Mapudungun significa "lugar de mensajeros". El parque tiene una superficie de 12.500 hectáreas, una cifra que uno no alcanza a dimensionar cuando la casa de uno con suerte es de 70 mts2.

Es un parque espectacular que puede ser visitando por niños y adultos, ya que en general las actividades son tranquilas. Lo ideal es ir desde agosto - septiembre hasta mayo, aprovechando el buen clima. Eso sí, es una actividad que dura aproximadamente unas 6 horas, por lo que hay que madrugar y estar dispuesto a iniciar el viaje a eso de las 9 de la mañana. La Van te deja a la entrada y con al menos un grupo de 4 personas iniciar el camino por los senderos. Para ello es bueno ir con zapatillas o zapatos de trekking cómodos, llevarse algún chocolate, agua y alguna fruta. Esto es ideal para quienes quieren bajar de peso, ya que uno transpira como caballo de bandido.

Es un parque montañoso donde hay cerros, quebradas, lagunas, flora y fauna casi libre de la intervención humana. La idea al hacer trekking es mantener un mismo ritmo de caminata, sea rápida o lenta, no detenerse ya que se pierde el tranco y el cuerpo te va pidiendo reposo. Uno puede apreciar araucarias, mañios, lengas y el michay entre los más típicos. En la mitad del camino hay una especie de mirador desde donde se puede apreciar en toda su magnitud el Lago Tinquilco (ya lo describiré más adelante en otra experiencia inolvidable). Una vista espectacular del valle. Aunque no me tocó ver muchos animales, sólo un par de aves, se pueden encontrar zorros, cóndores y algunos anfibios, entre los más conocidos. Posteriormente se hace necesario recargar las energías, descansar unos minuticos y tomar agua para recuperarse. Así es como se llega a un lugar con una belleza escénica maravillosa como la laguna Verde y Toro, el cañón del río Renahue y los cerros Quinchol y Araucano.

A esas alturas uno ya se empieza a encontrar con el típico turista gringo o europeo que lleva su mochilonga clásica y los shorts de zafari. Menos mal que son muy respetuosos de la naturaleza. El retorno es más sencillo, pero tampoco se debe exigir mucho a las piernas, ya que los calambres están a la orden del día. En el trayecto de vuelta uno ya puede fijarse en algunos detalles del bosque, colores y ruidos. Una actividad para hacer en grupo, familia o con amigos, que te invita a olvidarte de las cosas materiales y volver a disfrutar las cosas sencillas de la vida.
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1 Comments:

Blogger Mis Nuevos Aires said...

Durante 7 años veraneamos con mi familia en Pucón / Villarrica.. he hicimos todos los paseos que te puedas imaginar.. No tengo muchos recuerdos pero creo que este es uno de ellos.. eso si noostros lo hicimos en camioneta ( eramos chicas con mi hermana okey?) lo que si recuerdo es la laguna verde.. Insisto no hay paisajes más lidos como los que encuentras en el sur..
Saludos!

2:40 p.m.  

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