Baby Vamp: una Eva moderna

El 2002 fue un año fructífero en lo que a arte rompe esquemas se refiere. De hecho un par de días después de Tunick, una alumna de cuarto medio del Liceo Cervantes, Lucía Fernanda Flores (chileno-argentina) acaparó portadas de diarios y noticieros en el país. Esta liceana hizo noticia por la misma exposición de los 5 mil chilenos una semana antes, la desnudez de su cuerpo, pero esta vez no como arte, sino como un proyecto tipo reality de Luizo Vega.

Su nombre era Baby Vamp, una chica que en un primer instante no pudo viajar en metro desnuda, producto que los guardias la amenazaban con llamar a la policía, pero que sí pudo pasearse desnuda por Providencia, incluso se compró un disfraz erótico en un local. Obviamente la gente quedó atónita y sin entender nada.

No faltaba la vieja que le gritaba que la metan presa, o que era una tal por cual, o los comentarios retrógrados de los curas y la inmoralidad que profesa la Iglesia, menos mal hay gente menos reprimida y más open mind que la apoyó, claro y muchos que querían verla (ver una mujer desnuda siempre va a ser de lo más interesante para un hombre, sino… no es de los nuestros).

El tema que se empezó a debatir en el instante fue si eso era algo público o privado. Si nos remitimos al 86% de los chilenos que no quería censura, entonces seamos consecuentes (tal como lo expuse en un blog anterior) y aceptemos la desnudez. O no censuramos nada, o lo censuramos todo, pero las medias tintas no. Por lo demás, es algo que escapa la esfera del liceo, por tanto es algo privado en cuanto es un hecho exclusivo de ella y donde no involucra a nadie más en esto, y no lo representa tampoco. Ahora bien, al estar en espacios públicos no destinados a eso (distinto es en una playa por ejemplo) también hay que tener conciencia que se pueden transgredir ciertas reglas del buen vivir, de civilidad o de buen comportamiento. Está claro que es una línea muy difusa, pero vuelvo al tema de tratar de ser libres, y expresarnos. ¿Porqué a ella habría que tomarla detenida por ejemplo, si no se detuvieron a los 5 mil chilenos que posaron en bolas? Seamos consecuentes, si la intendencia y la municipalidad de Santiago autorizaron ese evento, entonces no podrían desautorizar este. Y de hecho no lo hicieron, Carabineros no pudo llevarla detenida.

Creo que es un avance, ojalá algún día lleguemos a estadios más civilizados como los europeos, que por un lado toman sol desnudos en los parques y plazas, y por otro hasta te indica una mujer desnuda en los semáforos el límite de velocidad con el que se debe conducir. Me parece que estamos a años luz…