El que no vive el Mechoneo, no es Universitario

Siempre supe que lo mío no eran ni las matemáticas, ni las ciencias. Estando en la E. Media tuve claro que lo mío era lo humanista, dentro de esa área las comunicaciones. En un principio quise estudiar periodismo, afortunadamente la desorientadora del colegio me habló de RR.PP. y después de ir a una charla de la primera generación que se graduaba, supe que eso era lo que yo quería estudiar. Me matriculé y aplicamos toda la burocracia respectiva. Me dijeron tienes que venir tal día a tal hora, a la sala Nº tanto.

Como buen niño responsable que soy fui de acuerdo a las indicaciones que me dieron. Al llegar a la UVM pregunté al conserje donde era la recepción de mi carrera, y me confirmó el Nº de la sala. Obvio yo llegué algunos minutos antes para asegurarme un lugar. De a poco fueron llegando los demás ‘nuevos’. Entró la jefa de carrera, algún profe y empezó la charla, en eso voy cachando que hablaban mucho de periodismo y muy poco de relaciones públicas. En eso se escuchan golpes en las ventanas y una tijera grande para podar (y cortarnos el pelo!) se asoma por una ventana… qué onda..? y empieza a entrar una cantidad considerable de personas de segundo año, con gritos y alusiones como ‘van a sufrir mechones!’, nos sacan los dos zapatos, traen una cuerda, sacan pintura, a los hombres nos sacaron las poleras y en mi noble pecho me dibujan una ‘’P’’ con negro… y yo…mmm ya.. parece que esto es periodismo y no rr.pp. uta qué pavooo!!!!

Así que después tuve que hacer todos los trámites para que me devolvieran los zapatos y no pagar, obvio y volver a la sala porque justo en el cambio de hora iba a estar la charla de RR.PP. Agarraron a todos los mechones y los amarraron, llevándoselos de la sala en dirección a Caleta Abarca, playa tradicional de algunos mechoneos. Yo me quedé solo en la sala y de a poco empezaron a llegar los mechones, pero esta vez de RR.PP. Me daba mucha risa ver la cara que ponían cuando me veían todo rayado y desastroso. Algunos como que no se atrevían a entrar incluso. Lo bueno fue que cuando llegaron los de 2º de mi carrera ya no me jodieron más porque ya no había nada que hacerme. De todas formas y estando ya amarrados, nos llevaron a la playa de Caleta Abarca y en el camino recibimos algunos huevos y pescados malolientes. Ahí nos hicieron hacer todo tipo de juegos, como ponernos miel en el pecho y dejando que una mujer la lamiera. Ponernos ‘perros’ (de ropa) en partes del cuerpo y la mujer vendada teniendo que por medio del tacto descubrir donde estaban.

Yo por supuesto participé en todos los juegos que pude, lo encontraba entretenido, porque al menos en mi carrera dentro de todo eran cosas sanas y con bastante respeto para lo que es el mechoneo, no olvidemos que se han registrado muertes en este tipo de bienvenidas a la vida universitaria. Después en la semana mechona (como ya cacharon que el lindo era jugado) me preguntaron si quería participar en un desfile de moda por mi alianza para ganar puntos… y qué jue!

Así que figuraba yo con pijama listo para salir al escenario y en ese el merme que tenía que modelar ropa interior se urgió y reculó. Y me rogó que cambiáramos… uta nah que hacer… cuando me llamaron salí con la buena ‘zunga’ roja a ganarme los puntos para mi alianza… y aunque algunos gritaban que me sacara el calcetín (que por supuesto no llevaba.. ejem) tuve una buena performance y gané los puntos!! Eso se llama aperrar por la carrera. Al final, lo único que yo sabía, era que en mi caso esa era una experiencia que iba a vivir una sola vez, y quería vivirla a concho, y no arrepentirme de no haber participado… y no me arrepiento para nada!! aún me acuerdo del ‘’a llallai – a llallai – arriba – abajo - sapito jey!’’ el grito de guerra de la alianza… bien hueca la wa…