17 diciembre 2006

Descuido del Patrimonio Cultural y Ecológico Chileno I

De que Chile es un país reactivo, no cabe duda. Normalmente nos tenemos que andar lamentando de cómo nadie fue capaz de prever tal situación, de porqué la ley es tan blanda, de porqué no se le da más importancia al tema medioambiental, de porqué hay gente tan mala leche que no sólo se dedica robar, sino que además roba cosas patrimoniales que le pertenecen a todos los chilenos, quitándole la opción a otras generaciones de ver cómo fue nuestro país antes.

Sin ir más lejos, el año pasado, en febrero de 2005, un extranjero checo de 31 años, Jiri Smitak, estaba en el Parque Nacional Torres del Paine –creado en 1959-, calentándose comida en una cocinilla a gas (porque no se pueden hacer fogatas) pero lo hacía en un lugar poco idóneo, en donde había mucho viento y pastizales, y en donde claramente el tipo no tomó las mínimas precauciones para cocinar. ¿El resultado? El 5%, es decir, 16.000 hectáreas del Parque Nacional fue consumido por el incendio que provocó este estúpido y que duró más de 2 semanas. Lo peor es que más de 2 mil hectáreas corresponden a bosque de lenga, ñirre y coirón y unas 400 hectáreas corresponden a bosque adulto, imposible de reemplazar, ya que se demoran más de 200 años en crecer.

El Ministerio Público pidió la máxima sanción, por lo que se le aplicó una multa de 4 UTM, o sea, 120 lucas. Seguramente con ese monto, el tipo quedó desfinanciado, se declaró en bancarrota, y Conaf pudo comprar con esa plata materiales que ayudaran a revitalizar el bosque de 16 mil hectáreas quemadas. Lo bueno es que el pobre turista no tuvo que sufrir más de la cuenta, por que lo dejaron libre para que se fuera a su país. Ojalá le hayan quitado los fósforos en el aeropuerto. El tipo luego mandó 1000 dólares y disculpas públicas, bueno con eso se alcanza a pagar un alto porcentaje de los al menos 1000 millones de pesos que se gastaron en el combate al fuego. El Gobierno Checo quizo ayudar con apoyo económico y técnico e incluso un par de Ministros vinieron a Chile. Además, iba a haber cooperación financiera del Banco Mundial, del Fondo Mundial de la Naturaleza y del Fondo Mundial del Medio Ambiente de la ONU para la recuperación.

En 1985 también se quemaron 15 mil hectáreas en las Torres del Paine, y recién después de 20 años se están viendo algunos resultados. El 2002 se incendiaron los Parques Nacionales Tolhuaca y Conguillío y la Reserva Malleco. Con esto se alteran los ciclos de vida y reproductivos, la fauna del lugar se desplaza, y se destruye la fuente de alimentación.

Pero claramente, el incendio de los parques son la parte culmine de una serie de pésimos manejos que se hicieron en este tipo de situaciones, partiendo por el escaso aporte que el Estado da a CONAF, 20 centavos de dólar por hectárea, para sueldos, gastos operativos y administrativos, campañas de prevención, arriendo de helicópteros y aviones cisterna y brigadistas extras. Aparte de la lentísima reacción que tuvieron al enterarse del incendio, problemas de coordinación y comunicación.
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1 Comments:

Blogger ::: Isis ::: said...

ME trajiste a la memoria ese incendio... que trsite y tanta perdia que realmente es irremplazable porque son años que invierte la naturaleza en eso.

Yo creo que si un chileno afuera hubiese hecho esto mismo en otro país, que no le hubiesen hecho a él... lo mas probable que esa multa seria una risa.

Ojala que estas cosas no sigan sucediendo, pero para eso se debira crear mas conciencia, educación e información en los lugares claves.

Saludos.-

1:56 a.m.  

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