Condorito: un Símbolo de Chilenidad

Condorito se ha vuelto tan conocido en Latinoamérica que en muchos países se cree que Condorito les pertenece. Y no pueden estar más lejos de la realidad, ya que esta caricatura no es otra cosa que una representación del típico personaje chileno que se encuentra en distintas situaciones y en donde se puede apreciar el humor y la picardía del chileno. La primera vez que apareció en una revista fue en agosto de 1949, en Okey, en donde se mostraba a esta caricatura que simula una mezcla entre un huaso chileno y un cóndor de los andes, bien andrajoso y campestre. Vestido con sus típicas ojotas (sandalias usadas en el campo), siempre le faltaba el dinero, pero sabía sobrellevar su realidad por medio del ingenio, las bromas y la picardía.

Su creador fue el gran Pepo, René Ríos Boettiger, quien luego de ver unas imágenes de Walt Disney en 1943 consideró apropiado diseñar esta caricatura que representara bien la identidad nacional y el carácter campestre de sociedad chilena.

Poco a poco la caricatura se fue mejorando y fue tomando un aspecto más humano, llegando al definitivo por el año ’55. pero Condorito no estaba solo, recibió a su sobrino Coné como su hijo, y por supuesto también tiene a su buen amigo Don Chuma, y a su siempre novia Yayita (seguida por su mamá Doña Tremebunda –con el que más de alguna suegra debe haber sido asociada- y una serie de cuarditos y amigos típicos como Comegato y el Che Copete. La mayoría de sus historias se desarrollan en su ciudad Pelotillehue, una localidad semi rural ubicada entre Cumpeo y Buenas Peras.

Pero Pelotillehue le quedó muy chico a Condorito y se le ha visto en muchos países y en muchas épocas, haciendo muchos oficios y pasando desde el huaso que es hasta un rico magnate de gran alcurnia. Con su humor sano y sencillo ha entretenido a muchas generaciones de chilenos y luego de latinoamericanos, dejándonos entre otras frases la famosa ‘’exijo una explicación’’ y el ‘’plop’’. Más de alguien quizo encontrar el bar El Tufo, o leer el diario El Hocicón, pero había que conformarse con leer sus aventuras. Poco a poco, Condorito fue tomando parte de su humor de nombres de teleseries, contingencia nacional, casos bullados, política y farándula, llegando a sacar ediciones especiales por sus 50 años, todo un clásico entre los chilenos y una caricatura que en Latinoamérica ha sabido ser aceptada.