Del Deseo a la Obsesión
Hemos visto hace poco algunas chicas que fallecen por estar extremadamente delgadas. Sueñan con verse como una modelo. Se angustian por no poder dominar este apetito que poco a poco las consume. Es el mundo de las anoréxicas y bulímicas, uno donde los padres deben intervenir, no para actuar como policías, sino para orientar a los hijos antes de que el mal pase a mayores. Cerca de un 4% de la población mundial padece alguna de estas enfermedades, siendo las más afectadas las mujeres jóvenes de clase alta entre 13 y 20 años, aunque esta plaga ya se extiende a otros grupos y edades. Esta epidemia que brotó en los años 60 le exige a la sociedad que los individuos que la componen sean flacos, para lo cual se fabrican productos que terminan por desencadenar estos graves trastornos. Dentro de estos productos, las pastillas para bajar de peso que muchas jóvenes se autorecetan, contienen componentes como el dietilpropión, un comprobado compuesto químico que es uno de los más riesgosos por los efectos secundarios que puede traer, consecuencias que van desde síndromes angustiosos y depresiones hasta dependencias adictivas, ya que éste actúa como una droga sobre el sistema nervioso central. Algunos doctores creen que es poco probable que este elemento cause la muerte en el paciente, pero que podría darse en individuos hipertensos o con problemas cardiovasculares. Su función es ser un anorexígeno, es decir, inhibir o disminuir el apetito de la persona. Es importado desde el Reino Unido, Italia y Alemania por droguerías y farmacias. Sólo se vende bajo receta médica, de acuerdo a cada persona, a través de un receta magistral.
La fiebre por bajar de peso es tan alta que, según el Instituto de Salud Pública, en 1980 se consumían en Chile 536 kilos de dietilpropión al año, sobrepasando en 1990 a las 2 toneladas. Algunos sicólogos plantean que tanto la bulimia como la anorexia son enfermedades de rango básicamente social, dándose principalmente en la cultura occidental. La mayoría de las afectadas ha ido perdiendo su capacidad de vincularse con el mundo, y sólo piensan en qué comerán, cuánto van a pesar y con qué eliminarán lo comido. Para hacer frente a esta situación, se debe trabajar con técnicas de la sicoterapia conductual cognitiva, es decir, tratar de influenciar sus conductas a través de un proceso que reestructura de su pensamiento, que destruye sus razonamientos, pero que le entrega pautas para que puedan cambiar sus conductas. Otra técnica que se les aplica es la educación nutricional, la que consiste en enseñarles a vincularse con la comida en forma más normal. En ocasiones el paciente necesita antidepresivos u otros fármacos para poder combatir problemas siquiátricos asociados. Este tipo de terapias es muy exitosa con los bulímicos, en tanto que en los anoréxicos entre un 30% y un 40% se recupera, un porcentaje similar arrastra secuelas y el restro permanece como enfermo crónico.
La anorexia se diferencia de la bulimia en la forma cómo la persona reacciona ante la comida. La primera logra restringirla, incluso hasta la desnutrición, mientras que la segunda, tal como el alcohólico, no puede abstenerse, ni detenerse en su ingesta. Por eso recurre al vómito y / o al ejercicio desenfrenado. Muchas veces ni siquiera se tienen depresiones ni nada parecido, la vida es normal, a veces es cosa de miradas y comentarios para que se sientan mal. Algunas cifras indican que cerca de un 20% de las jóvenes está en riesgo de desarrollar trastornos en el hábito del comer. En primer lugar, existen factores predisponentes. Son personas con rasgos de rigidez y perfeccionismo, casi la niña ideal. Se piensa que la anorexia es un intento para reafirmar la responsabilidad. Otros factores son el sobrepeso, que las hace objeto de burlas por parte de personas significativas, y la familia que es muy perfecta en la superficie, pero elude los conflictos, viviendo en áreas del progreso social y económico, muy preocupada por el físico. Existen factores perpetuantes que son los que hacen que la enfermedad se desarrolle: entre éstos se encuentra la concepción socio-cultural que se tiene del ideal de belleza femenina. En este sentido las presiones de los medios de comunicación son muy fuertes; la de delgadez es sinónimo de éxito y atractivo; el gordo, en cambio, es feo, negligente y enfermo. El tratamiento debe ser flexible. Se recomienda no tener una actitud castigadora, porque la paciente se va o no tendrá la confianza para entregarse y someterse al tratamiento. El paciente debe sentirse escuchado. Se usan varias técnicas que involucran la urgencia biológica y el aspecto sicológico. Dentro de la terapia sicológica está la terapia cognitiva y conductual que ayuda a cambiar la imagen distorsionada que los pacientes tienen de sí mismos y a mejorar la autoestima y el tipo de terapia que se utiliza depende del caso particular de cada paciente.
Detrás de la anorexia y bulimia, existe una predisposición genética, gatillada por factores ambientales, tal como señalado, son pacientes perfeccionistas y obsesivas en la persecución de sus logros. Quizás si en nuestra cultura occidental no existiera esta obsesión por la delgadez y por el cuerpo perfecto, tal vez podríamos aceptarnos más como somos y a la vez aceptar más al resto...
La fiebre por bajar de peso es tan alta que, según el Instituto de Salud Pública, en 1980 se consumían en Chile 536 kilos de dietilpropión al año, sobrepasando en 1990 a las 2 toneladas. Algunos sicólogos plantean que tanto la bulimia como la anorexia son enfermedades de rango básicamente social, dándose principalmente en la cultura occidental. La mayoría de las afectadas ha ido perdiendo su capacidad de vincularse con el mundo, y sólo piensan en qué comerán, cuánto van a pesar y con qué eliminarán lo comido. Para hacer frente a esta situación, se debe trabajar con técnicas de la sicoterapia conductual cognitiva, es decir, tratar de influenciar sus conductas a través de un proceso que reestructura de su pensamiento, que destruye sus razonamientos, pero que le entrega pautas para que puedan cambiar sus conductas. Otra técnica que se les aplica es la educación nutricional, la que consiste en enseñarles a vincularse con la comida en forma más normal. En ocasiones el paciente necesita antidepresivos u otros fármacos para poder combatir problemas siquiátricos asociados. Este tipo de terapias es muy exitosa con los bulímicos, en tanto que en los anoréxicos entre un 30% y un 40% se recupera, un porcentaje similar arrastra secuelas y el restro permanece como enfermo crónico.
La anorexia se diferencia de la bulimia en la forma cómo la persona reacciona ante la comida. La primera logra restringirla, incluso hasta la desnutrición, mientras que la segunda, tal como el alcohólico, no puede abstenerse, ni detenerse en su ingesta. Por eso recurre al vómito y / o al ejercicio desenfrenado. Muchas veces ni siquiera se tienen depresiones ni nada parecido, la vida es normal, a veces es cosa de miradas y comentarios para que se sientan mal. Algunas cifras indican que cerca de un 20% de las jóvenes está en riesgo de desarrollar trastornos en el hábito del comer. En primer lugar, existen factores predisponentes. Son personas con rasgos de rigidez y perfeccionismo, casi la niña ideal. Se piensa que la anorexia es un intento para reafirmar la responsabilidad. Otros factores son el sobrepeso, que las hace objeto de burlas por parte de personas significativas, y la familia que es muy perfecta en la superficie, pero elude los conflictos, viviendo en áreas del progreso social y económico, muy preocupada por el físico. Existen factores perpetuantes que son los que hacen que la enfermedad se desarrolle: entre éstos se encuentra la concepción socio-cultural que se tiene del ideal de belleza femenina. En este sentido las presiones de los medios de comunicación son muy fuertes; la de delgadez es sinónimo de éxito y atractivo; el gordo, en cambio, es feo, negligente y enfermo. El tratamiento debe ser flexible. Se recomienda no tener una actitud castigadora, porque la paciente se va o no tendrá la confianza para entregarse y someterse al tratamiento. El paciente debe sentirse escuchado. Se usan varias técnicas que involucran la urgencia biológica y el aspecto sicológico. Dentro de la terapia sicológica está la terapia cognitiva y conductual que ayuda a cambiar la imagen distorsionada que los pacientes tienen de sí mismos y a mejorar la autoestima y el tipo de terapia que se utiliza depende del caso particular de cada paciente.
Detrás de la anorexia y bulimia, existe una predisposición genética, gatillada por factores ambientales, tal como señalado, son pacientes perfeccionistas y obsesivas en la persecución de sus logros. Quizás si en nuestra cultura occidental no existiera esta obsesión por la delgadez y por el cuerpo perfecto, tal vez podríamos aceptarnos más como somos y a la vez aceptar más al resto...
8 Comments:
muy cierto tu texto y tambien para decirte que k lindo eres
Día a día aprendo con tu blog.
Un saludo.
Estas enfermedades son serias siempre y cuando la enferma no sepa sobrellevarla... está claro que dejar de comer es realmente perjudicial.
Si bien las dos enfermedades son complejas, la anorexia se nota mucho más que la bulimia. La anorexia se nota físicamente, generalmente porque se van marcando los huesos y los músculos se consumen... la bulimia, en cambio, no se nota tanto... hay mujeres que no son delgadas y padecen de bulimia, y por eso es más difícil reconocerla.
Estos temas me tocan muy a fondo porque conozco el tema. Es difícil verse al espejo y no encontrarse lo suficientemente perfecta. Es complicado lidiar con los cánones establecidos por los medios...
Tal como dices, algunas tiendas de ropa venden tallas de maniquí... me ha pasado que quiero probarme algo en talla M y no me cabe... está en el subconciente el terror de tener que usar una L, por ende si usas L estás gorda, aunque no sea así...
Menos mal que algunos diseñadores (sobretodo brasileros) se han preocupado se crear una moda más acorde con un cuerpo normal (y Latinoamericano), aunque sigue habiendo diseñafdores de alta costura que exigen que sus modelos sean raquíticas, huesudos y planas... según estos estúpidos, las telas lucen mejor en un cuerpo flaco y alto... pero no toman en cuenta todo lo que trae eso consigo: mujeres desnutridas, sufriendo día a día por mantener su puesto de trabajo porque un kilo de más podría significar dejar de estar en pasarela... una vez leí un reportaje al respecto...
Da pa largo y yo me excedí :P
Un beso, chau
Lore
Que terrible el tema... he visto casos de cerca y su tratamiento es como tan lento porque a pesar de saber las personas que la padeecen no quieren sanarse de verdad...
Que complicado entender la mente humana... y todo por querer encarjar en canones de belleza que en nuestra sociedad y como cultura latinoamericana no existen ni son normales.
Saludos, que pases una linda semana... me estoy colocando al dia.-
princesa azul: muchas gracias!!
Inocencia perdida: muchas gracias por tu visita y comentario.. estamos leyendonos
lore: entonces hay que puro viajar a brasil a comprarse ropa :-) !!
isis: que bueno que ya estés poniéndote al día... extrañaba leerte
rein
Hola! Primer paso por tu blog y me encuentro con un tema que me toca de cerca. He padecido bulimia durante toda mi adolescencia y son muy pocas las personas que realmente saben sobre la enfermedad. Estan quienes se creen que es solo la obsecion por ser delgadas, otras que creen que solo las mujeres la padecen y otros tantos que creen que son solo pavadas, que se puede dejar de vomitar o comenzar a comer con facilidad. Y nada mas lejos de la realidad! Quizás si, se comienza por querer verse un poco mejor pero con el tiempo la delgadez pasa a un segundo plano y todas las emociones afirman la enfermedad.
Ultimamente parece que el tema se ha puesto de moda pero no hacen mucho al respecto. Y lo peor es que ya se esta convirtiendo en una salida a la busqueda de una identidad y eso es terrible!
Lamentablemente no todas las personas enfermas tienen la "suerte" de contar con el apoyo familiar y con un buen tratamiento y terminan muertas. Y si, es feo decirlo pero es lo que se está viendo ultimamente, hay pocas salidas para la enfermedad y el no querer ver de la familia es algo que cuesta comprender. No tengo que ir muy lejos, mis padres no se enteraron hasta que se los dije ya cansada de tanto sufrir.
Y le pongo punto a este comentario porque sino te canso.
Un abrazo desde el otro lado de la frontera.
Felicitaciones por este post!
heavy tema y más aún tratarlo..La anorexia y la bulimia son enfermedades, y como tales deben tratarse.
Enfermedades que averguenzan, y que por lo mismo mantienes en silencio. La anorexia es mucho más fácil detectarla no asi la bulimia con la que puedes vivir toda tu vida por que se vuelve crónica.
Hablan de tratamientos, de sicólogos de terapia y como te decia debe haber un momento en la vida que te lleve a hacer esto, buscar sentirse liberada que se lleva a la práctica mediante el vómito, ojalá existieran otros métodos y no sólo las terapias eternas que sólo te obligan a abandonar el tratamiento.. son cosas que sólo el tiempo puede mostrar.
Cariños,
Clau
Akela: gracias por tu comentario, ni creas que me aburres porque me gusta saber que piensan otros blogeros
Clau: quizás el mejor tratamiento sea el de la comunicación y apoyo familiar.. hay que probar.
rein
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