Prostitución…una Calle sin Salida
Es considerada la profesión más antigua del mundo, prevaleciendo en la mayoría de las culturas en su forma tradicional hasta el siglo 19. La prostitución es la ejecución de actos sexuales únicamente con el propósito de obtener ganancias materiales. Las personas se prostituyen cuando conceden favores sexuales a otros, a cambio de dinero, obsequios, u otro tipo de pago. En términos legales, la palabra prostitución se refiere sólo a aquellas personas que se dedican a las transacciones sexuales - económicas, generalmente por una suma de dinero determinada. Obtener placer por medio del comercio sexual es muy fácil, pero con la aparición del SIDA en la década de los ‘80, muchas trabajadoras de la noche han fallecido a causa de este mal, y centenares de clientes han sido contagiados.
Si bien tradicionalmente esta pseudo-profesión incluía sólo a las mujeres, en la actualidad el hombre también forma parte de la prostitución, la que adquiere varias formas, entre éstas se encuentran las chicas al teléfono, que operan desde su propio departamento y mantienen una lista de consumidores regulares; las que establecen sus lugares de trabajo infringiendo la ley, mediante casas de masajes que esconden tras una fachada aparentemente normal; otras son las callejeras, las que solicitan, o son solicitadas por clientes en automóviles; los trasvestis, quienes de preferencia eligen a varones como clientes; los masoquistas, quienes experimentan el goce sexuales a través del dolor físico; los boyeristas, quienes pagan para ver a otros en el acto; y los sodomitas, quienes son homosexuales, entre los más conocidos.
Por supuesto que esta es la masa, pero en el último tiempo han aparecido servicios VIP, mujeres educadas, incluso profesionales que son damas de compañía y que pueden ganar fácilmente unos 5 millones al mes. Mucha hablan idiomas, tienen clase y por supuesto tiempo. Se ve tentador, tienen un nivel de vida muy bueno, pueden comprarse un departamento y vehículo rápidamente, conocen gente y también gozan. No es algo menor, muchas pueden abandonar esta profesión después de un tiempo, pero muchas otras se acostumbran a este nivel y después no pueden salir.
Muchas mujeres deben trabajar en las calles en un inicio, para poder sobrevivir, ya que no tienen otro sustento en la familia. Rápidamente comprenden que deben valerse por sí mismas, pero cuidándose de los peligros que esta actividad trae consigo. Según estadísticas, más de un 30% de las trabajadoras es agredida por un cliente, y el 40% de estas víctimas tiene bajo nivel de escolaridad, y se ha determinado que los agresores en un 45% están sobrios, un 20% bajo la influencia del alcohol y un 3% drogados. Es importante recalcar que alrededor de un 5% de ellas denuncia este tipo de agresiones y sólo un 2% inicia el procedimiento legal correspondiente, ya que, según datos, lo más que consiguen es dejar constancia de una agresión, pero de ahí en adelante el proceso se hace burocrático y no les da respuestas.
Aún hay mucha gente que se resiste a que en Santiago haya un barrio rojo, nadie quiere tenerlo al lado, pero es uno de los barrios que más turistas atrae, deja grandes ingresos, y permite una buena recaudación de impuestos. ¿Podremos tener algún día algo como en Holanda o Hamburgo?
Si bien tradicionalmente esta pseudo-profesión incluía sólo a las mujeres, en la actualidad el hombre también forma parte de la prostitución, la que adquiere varias formas, entre éstas se encuentran las chicas al teléfono, que operan desde su propio departamento y mantienen una lista de consumidores regulares; las que establecen sus lugares de trabajo infringiendo la ley, mediante casas de masajes que esconden tras una fachada aparentemente normal; otras son las callejeras, las que solicitan, o son solicitadas por clientes en automóviles; los trasvestis, quienes de preferencia eligen a varones como clientes; los masoquistas, quienes experimentan el goce sexuales a través del dolor físico; los boyeristas, quienes pagan para ver a otros en el acto; y los sodomitas, quienes son homosexuales, entre los más conocidos.
Por supuesto que esta es la masa, pero en el último tiempo han aparecido servicios VIP, mujeres educadas, incluso profesionales que son damas de compañía y que pueden ganar fácilmente unos 5 millones al mes. Mucha hablan idiomas, tienen clase y por supuesto tiempo. Se ve tentador, tienen un nivel de vida muy bueno, pueden comprarse un departamento y vehículo rápidamente, conocen gente y también gozan. No es algo menor, muchas pueden abandonar esta profesión después de un tiempo, pero muchas otras se acostumbran a este nivel y después no pueden salir.
Muchas mujeres deben trabajar en las calles en un inicio, para poder sobrevivir, ya que no tienen otro sustento en la familia. Rápidamente comprenden que deben valerse por sí mismas, pero cuidándose de los peligros que esta actividad trae consigo. Según estadísticas, más de un 30% de las trabajadoras es agredida por un cliente, y el 40% de estas víctimas tiene bajo nivel de escolaridad, y se ha determinado que los agresores en un 45% están sobrios, un 20% bajo la influencia del alcohol y un 3% drogados. Es importante recalcar que alrededor de un 5% de ellas denuncia este tipo de agresiones y sólo un 2% inicia el procedimiento legal correspondiente, ya que, según datos, lo más que consiguen es dejar constancia de una agresión, pero de ahí en adelante el proceso se hace burocrático y no les da respuestas.
Aún hay mucha gente que se resiste a que en Santiago haya un barrio rojo, nadie quiere tenerlo al lado, pero es uno de los barrios que más turistas atrae, deja grandes ingresos, y permite una buena recaudación de impuestos. ¿Podremos tener algún día algo como en Holanda o Hamburgo?
4 Comments:
Hola don R:
Recuerdo haber visto hace tiempo el reportaje de Informe Especial sobre el asunto allá en Holanda. A mi humilde modo de ver, nos falta "open mind". Es el típico secreto a voces. Hay gente que consume, hay gente que busca esa compañía por deporte, por fetiche, por necesidad de último momento, etc. El tema radica en que si las cosas se hablaran como son, si las cartas del juego estuvieran todas sobre la mesa y la Iglesia no metiera mano en cada proyecto de está índole o campaña contra el SIDA o la píldora del día después, todo sería diferente. Está bien, la prostitución es un negocio y se ha mantenido por los siglos de los siglos, amén y así seguirá porque es parte de nuestra sociedad, está más que erradicada. Puede que muchos no la acepten pero sería más seguro para los habituales consumidores un servicio seguro, sano, y en un solo lugar. Se ahorraría tiempo y la clientela no correría riesgos de salud (se supondría que las chiquillas estarían en control sanitario cada cierto tiempo). El problema está en que de haber ese barrio ¿qué comuna estaría dispuesta a aceptarlo? ¿Qué me dicen del Fiorella que está cerca del Bellas Artes? SQP, CQC, Primer Plano y todas esas wbds de programas farnaduleros estarían echando el ojo a quienes buscan los "servicios" (no me cabe duda, en este país cualquier cosa que pueda venderse, a costa del sufrimiento ajeno, vende), yo creo que hasta se pondría de moda, ja! Cuanto político o gente de la tele debe tener su "regalona" por ahí pero, ¿qué más da? La prostitución es un negocio y es aceptado como tal. Muchas mujeres llevan el pan a su casa con ésto o varias se pagan su carrera o su consumo de drogas pero si se "legaliza" y queda reconocido un solo punto o puntos donde van a estar ubicados se disminuiría el riesgo, sería otra "puerta turística", por así decirlo. Además, no copiamos generalmente lo malo de afuera? Alguna vez copiemos algo bueno. Solo para ampliar criterios, estamos en el siglo 21 ya !!!! Con tanta corrupción de por medio, no me sorprendería que hubieran políticos metidos en el negocio...
Que estés bien
Nos leemos
Peace
Aquí en Buenos Aires tenemos una "zona roja". Claro que en nada se parece a la zona roja de Amsterdam.
Aquí se trata de prostitutas sin protección, agredidas por la policía, y sin ninguna prevención sanitaria.
Y como vos decís quienes más se oponen a su presencia son los vecinos, alegando la desvalorización de sus propiedades.
Es un tema complejo, en el que generalmente las prostitutas son las víctimas.
Joaquín Sabina en su "Canción para la Magdalena" escribió una estrofa formidable, que dice mucho sobre la hipocresía religiosa sobre el tema: "Dueña de un corazón,
tan cinco estrellas,
que, hasta el hijo de un Dios,
una vez que la vió,
se fue con ella".
Para pensar.
Un abrazo y gracias por tu visita. Me gustó el blog. Volveré.
Estamos a años luz de Holanda.
Independiente de que uno esté o no de acuerdo con el tema que
planteas, pasa que somos un país "en pañales", en todo sentido.
Además, el doble discurso es una cosa bien potente en esta larga
y angosta faja de tierra,.
Cariños para usted.
Don F: buena opinión! estoy de acuerdo los programas estarían ahí al awaite que aparezca algún famosillo para hacerlo bolsa.. nah que hacer..
Daniel: el tema policíaco en Argentina y en muchos otros países lamentablemente juega en contra no sólo de ellas, sino que contra la ciudadanía, corrupción, turbiedad, tráfico de influencias. Afortunadamente acá eso es un poco menos. Eres bienvenido.
Verónica: es verdad... estamos en pañales.. por lo mismo tenemos que partir generando conciencia con este tipo de debates. Gracias por tu visita :-)
rein
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